“En alguna práctica que realicé
durante mi formación, me tocó estar en un jardín donde no había luz, por lo
que los docentes trabajaban con hojas, juegos y demás, sin involucrar
actividades que requirieran de este servicio.
Al llegar comienzas a identificar a los pequeños que necesitan de más
apoyo, por diversos factores; hablas con el educador para que te mencione
características del grupo y demás; entre estos había una pequeña que aparentemente
no mostraba interés a nada de lo que se hacía en la clase, al hablar con el
maestro este mencionó que la niña sólo iba porque la mandaban, que realmente
no le gustaba la escuela y constantemente preguntaba si ya se podía ir,
cuando se le preguntó a la pequeña esta comentaba que se aburría y que no le
gustaba estar ahí.
Al
comenzar a trabajar y procurar crear actividades novedosas, el interés dela
niña aumentó un poco, sin embargo rápidamente lo perdía. Durante la práctica
a mis compañeros y a mí se nos ocurrió la idea de realizar actividades de
música y movimiento, llevamos un carro y con la ayuda de este sacamos a los
pequeños a la plaza cívica y comenzamos, los niños estaban emocionados, no
perdían detalle de lo que hacíamos, inclusive la pequeña que “no se
interesaba en nada”, y todo lo que decíamos lo realizaban al pie de la letra,
esta actividad realmente fue muy divertida para ellos y fructífera.
Al entrar al salón los niños cantaban
las canciones y sólo hablaban de la clase, al percatarme del interés de los
niños decidí llevar una grabadora con pilas todos los días y ponerles música
diario; ante esta iniciativa la pequeña se comenzó a interesar por la música
y en las actividades que la involucraban siempre era la que más prestaba
atención y la más “inteligente” en esto.
Esta experiencia realmente denotó que como docentes no debemos
cerrarnos, al contrario, debemos mantener que todos somos diferentes y que
cada quien tiene desarrollada alguna inteligencia más que la otra, por lo
cual esto hay que tomarlo en cuenta para brindar una educación equitativa y
de calidad”. (María José Perera Góngora).
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