“La teoría de las
Inteligencias múltiples (IM) de Gardner (1983) ha contribuido, junto con otras,
a cambiar los puntos de vista tradicionales sobre la inteligencia humana
excesivamente centrados en el Coeficiente Intelectual (CI), abriendo nuevos
espacios a la intervención psicoeducativa, con la esperanza de ofrecer una
educación de calidad y, sobre todo, de mejorar el funcionamiento cognitivo de
los alumnos. (Llera, 2006)”.
Tomando como referencia
lo antes mencionado, descubrimos lo importante que es el tomar en cuenta las
inteligencias múltiples en el aula, ya que al no utilizarse se cometen muchos
agravios ante la “inteligencia” de los educandos que recaen, muchas veces, en
las etiquetas o las críticas que se le manifiestan: “flojo, nada bueno para la
escuela, sólo viene a jugar, no le interesa, pierde su tiempo, etc.” Sin
embargo, ¿se han valorado realmente todas las características del educando?,
¿verdaderamente nada le interesa? Son estas pequeñas preguntas que nos llevan a
la reflexión en donde descubrimos la importancia de valorar las Inteligencias
Múltiples, ya que éstas forman parte de los alumnos y uno como docente es el
que debe valorar y promover su uso, ya que la inteligencia no debe considerarse
más como un todo indivisible, sino como un conjunto en el cual se desarrollan y
“dependen de alguna manera del contexto, de ahí la importancia de los elementos
contextuales y educativos para el desarrollo de la misma. (Llera, 2006)”.
Valorando que el papel de la escuela es
decisivo al deber “crear las condiciones para que el estudiante sea capaz de
construir significados”, y no sólo de adquirir contenidos, y de promover el
desarrollo de las competencias necesarias para construir aprendizajes
significativos (actuar, comprender, cuestionar, transformar, autorregular,
etc.).” (Llera, 2006) es necesario
comenzar a incluir en nuestro quehacer cotidiano “El Uso y la Aplicación de las
Inteligencias Múltiples en el Aula”.
0 comentarios:
Publicar un comentario